Seguro que todas las personas que tienen o han tenido mascotas han visto pulgas. Estos parásitos externos minúsculos, de color marrón o negro según la especie, y aplanados lateralmente para moverse entre los pelos de los animales, tienen un ciclo de vida de entre 3 semanas y 6-8 meses según las condiciones ambientales, del cual una ínfima parte lo pasan sobre el animal como adultas, y el resto en el ambiente como formas inmaduras (huevo, pupa y larva). El reto que suponen es su eliminación/control, ya que sólo las adultas son sensibles a los antiparasitarios, y algunos productos eliminan huevos, pero aún no existe nada para las fases larvarias.
Ctenocephalides felis es la pulga del gato, aunque también puede verse en el perro. Es más pequeña que la del perro y de color marrón. Puede llegar a poner hasta 600 huevos en su ciclo de vida, que como he dicho va de 21 días hasta 8 meses según las condiciones ambientales de temperatura, humedad y alimento. La hembra adulta se alimenta de sangre en el gato y pone entre 15 y 20 huevos al día (algunos textos mencionan hasta 50), los cuales caen al entorno o sobre las zonas de descanso del animal, y ahí permanecen durante unos 14 días. De ellas salen las larvas que permanecen en grietas y hendiduras del suelo, en alfombrillas, muebles o camas, ya que tienen fototropismo negativo (se alejan de la luz) y geotropismo negativo (migran hacia abajo). Se alimentan de la sangre digerida de las heces de las pulgas adultas, piel muerta, pelo, plumas y otros restos orgánicos. Las larvas no chupan sangre. La tercera fase larvaria forma un capullo (fase de pupa) y de ellas emergen las pulgas adultas cuando detectan vibración (movimiento de personas o mascotas), presión (el animal hospedador apoyado sobre ellas), calor, humedad o dióxido de carbono (fuente de sangre cerca). Las pulgas adultas pueden cambiar de hospedador dando grandes saltos de hasta 33 cm de largo y 18 cm de alto, gracias a sus patas traseras, y esto implica que un propietario de gato puede llevar pulgas a casa en los bajo de los pantalones o zapatos.
El principal problema de las pulgas, es que no existen químicos que eliminen las pupas. Por consiguiente, es imprescindible eliminar las pulgas adultas antes de que pongan huevos. Recordad que de 1 pulga adulta pueden llegar a poner 600 huevos. Las hembras empiezan a ovopositar tras 24-48 horas de estancia en el animal. El control debe hacerse sobre el animal y sobre el entorno. Existen múltiples antiparasitarios externos (pipetas, comprimidos…) que eliminan pulgas, pero no todos las matan en este plazo de tiempo. Además existen fórmulas que consiguen esterilizar los huevos (inhibidores de factores de crecimiento, IGR), esto es, que la pulga pone el huevo pero la larva contenida en él no es viable y de ahí no emerge pulga adulta. El mayor inconveniente es que pueden pasar hasta 6 meses para apreciar el efecto del producto.
El motivo por el cual se deben controlar las pulgas, a parte del picor que le causa al gato y posible dermatitis alérgica, es que las pulgas son vectores de trasmisión de otros parásitos que pueden comprometer la vida del gato, e incluso la nuestra por ser zoonosis. Por ejemplo, Dipylidium caninum (la tenia intestinal), o Bartonella (la enfermedad del arañazo del gato).
Dicho esto, el control continuo de las pulgas es muy importante y no solo cuando se vean pulgas adultas, especialmente en animales sensibles a la saliva de las pulgas los cuales pueden tener dermatitis alérgica ininterrumpida a lo largo de todo el año. En Asturias tenemos un clima muy suave con poca variación de temperaturas entre los meses de verano y los de invierno, donde el ciclo de las pulgas a penas se interrumpe, y a esto le podemos añadir que la calefacción en invierno también favorece al mantenimiento del ciclo. Por esto la desparasitación debe hacerse rutinariamente siguiendo las pautas del producto (cada mes, cada 3 meses, cada 6 meses …).
Hasta la próxima!
