Medicina Preventiva

¿Qué es esto de la medicina preventiva? Pues son todos lo actos clínicos que se realizan antes de que aparezca la patología, tanto en la mascota como en su cuidador/a (zoonosis), y son principalmente las desparasitaciones y vacunaciones.

En cuanto a las desparasitaciones, hay 2 tipos: la interna y la externa.

Los antiparasitarios internos son aquellos que hacen un barrido de todos los parásitos intestinales que pueda tener el individuo, tanto de sus formas adultas (lombrices) como de sus huevos. La primera desparasitación puede hacerse desde las 6 semanas de vida, y debe repetirse una vez al mes hasta los 6 meses, a partir de los cuales se hará normalmente cada 3 meses. ¿Y por qué cada 3 meses? Porque es el tiempo que se ha visto que necesitan los parásitos para completar un ciclo (eclosión, larvas y adulto). En realidad, si con el animal conviven personas con las defensas bajas (niños, embarazadas, ancianos o personas enfermas), debería desparasitarse a la mascota todos los meses.

Es recomendable hacer un estudio de las cacas de la mascota (coprológico) para determinar el tipo de parásito que tiene, ya que no todos los antiparasitarios cubren todos los parásitos.

Los antiparasitarios internos los hay en jarabes, pastas, pastillas y pipetas. A gusto del consumidor!

Los antiparasitarios externos son aquellos que matan pulgas, garrapatas y ácaros, que y repelen algunos mosquitos. Se inicia a partir de las 8 semanas (salvo excepciones) y los hay de administración/aplicación mensual, trimestral y semestral. Son pastillas, pipetas, collares y hay alguno inyectable. Los sprays están en desuso.

¿En invierno es necesario utilizar antiparasitarios externos? Pues sí, porque aunque por lo general las pulgas hibernan, hay garrapatas con actividad durante los meses fríos que pueden trasmitir, mediante su picadura e intercambio de sangre, parásitos que “matan” a los glóbulos rojos y afectan a la médula ósea (entre otros), provocando cuadros graves a las mascotas.

Las pipetas que se adquieren en supermercados son, por lo general, elaboradas con sustancias naturales (citronela y derivados del geranio, principalmente), que tienen un efecto repelente máximo de 2 días. Esto significa que si la mascota coge una pulga en el parque y se la lleva para casa, que en casa esa pulga no se va a alimentar de la mascota en 2 días pero que va a poner huevos y a completar el ciclo. Me pasó en una ocasión una intoxicación con una pipeta de esta clase, que como las pulgas no se morían, repitieron la dosis a los 2 días y la paciente vino con hemorragias. Por lo que pude averiguar, esto es porque las elaboran con aceites esenciales que pueden estar más o menos concentrados, con lo cual la composición cambia de un lote a otro. Desde mi punto de vista, es mejor no usarlas. Además, para los gatos hay muchas sustancias vegetales que son tóxicas.

La pauta de vacunación debe individualizarse. En el caso de huérfanos debe iniciarse a las 7 semanas de vida. En destetados a las 8-9. Se ponen 3 dosis terminando nunca antes de la semana 16. Y las revacunaciones son anuales. La finalidad de las vacunas es preparar al sistema inmunitario frente a posibles infecciones. Ninguna vacuna protege al 100% pero si que hará que los síntomas sean más leves y se venza la infección antes.

A los gatos se les vacuna frente a calicivirus, herpesvirus y panleucopenia, y frente a leucemia en caso necesario. Todos ello son virus felinos. La vacuna de la rabia se aplica si el minino va a viajar.

A los perros se les vacuna frente a parvovirus, moquillo, hepatitis, bronquichela/bordetela, leptospira, rabia, y frente a leishmania en zonas concretas. Aquí ya tenemos virus, bacterias y parásito sanguíneo, que además son zoonosis (l@s cuidadores/as las pueden contraer).

Otra medida preventiva es la castración, de la cual hablaremos más adelante.

Es todo por ahora. ¡Gracias por leerme!

P.D.: dedicado a Bica, 2003-2019.

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